como calcular un aire acondicionado
Para realizar una compra eficiente y con criterio es necesario contar con toda la información que tengamos a nuestro alcance. Y a pesar de que el aire acondicionado es uno de los electrodomésticos cada vez más demandados, paradójicamente es uno de los más desconocidos. En esta nota intentaremos resolver las dudas más frecuentes que se le presentan al comprador de un sistema de refrigeración.
¿Cuántas frigorías necesito?
Lo primero que tenemos que saber es cuánto espacio queremos acondicionar. Conociendo los metros cuadrados que queremos climatizar y haciendo un cálculo muy simple, hallaremos las características necesarias del sistema que más nos interesa instalar en nuestro hogar.
Para ello, debemos aplicar la siguiente fórmula: 100 frigorías por metro cuadrado. Las frigorías hacen referencia a la potencia del aparato. Para calcular las que necesitamos, cuando sepamos cuál es el tamaño del lugar, sólo faltará multiplicar su superficie por 100. Por ejemplo, para una habitación de 20 metros cuadrados necesitaríamos un aparato de 2.000 frigorías de potencia.
Tipología
Los tipos de máquina vienen determinados por el número de unidades exteriores que se tengan que instalar. Existen máquinas que precisan de un aparato exterior por cada interior, llamados 1×1, y otras en las que un solo aparato exterior abastece a todos los interiores que se necesiten. A este segundo tipo corresponden los sistemas más vendidos, los denominados multisplit, cuya variedad más demandada es el 2×1.
Actualmente, los aparatos de aire acondicionado también se distinguen por si tienen o no sistema de calefacción (o ‘bomba de calor’). La diferencia en el precio es baja y por ello se calcula que estos sistemas se venden un 90% más que los que proporcionan sólo frío.
Sistemas de refrigeración
Existen dos formas para conseguir que el aparato de aire acondicionado mantenga la temperatura que nosotros elegimos:
Uno es el tradicional, que podríamos llamar de ‘picos de potencia’. Estos aparatos utilizan el 100 % de su potencia para alcanzar la temperatura indicada y, cuando la alcanzan, cortan la potencia hasta que el sistema vuelve a notar que la temperatura es alta, volviendo a requerir el 100 % de la energía. Este proceso se repite constantemente y su consumo de energía es elevado.
El otro sistema es el novedoso ‘Inverter’, que no corta nunca la corriente y va oscilando constantemente sobre la temperatura que le hemos marcado. Funcionaría, a grandes rasgos, como los modernos sistemas de climatización de los vehículos. Se consigue un ahorro del 30% de energía, y aunque es más caro, se amortiza al cabo de dos o tres años.
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